Las runas vikingas antiguas solían fabricarse en fragmentos de madera o en cantos rodados en donde se escribía o se tallaba cada uno de los signos correspondientes al oráculo único. El origen de las runas vikingas se remonta a la edad de bronce, aunque se cree que son mucho más antiguas, y los pueblos nórdicos utilizaron los símbolos con el objetivo de comunicar sus hazañas y dejar una constancia de las mismas pero principalmente se utilizaban a modo de oráculo mágico.
Es importante entender que las runas vikingas no son un entretenimiento ni tampoco se trata de un juego; más bien aquí estamos haciendo referencia a una de las herramientas de adivinación más poderosas de la magia. Cuando las estemos utilizando, es conveniente no hacer más de 4 preguntas personales, porque de otra manera la interpretación podría llegar a obscurecerse. De esta forma y teniendo en cuenta que se trata de un antiguo oráculo, la actitud que debemos tener tiene que ser activa, lo que indica que cuando se tengan las runas vikinigas una junto a la otra la situación en la que nos encontremos o la vida actual que estemos llevando deben ser analizadas con seriedad para poder efectuar las preguntas con seguridad.